“Toda la población es consciente de que tenemos problemas medioambientales causados por el tráfico y, por tanto, tenemos que replantearnos nuestro comportamiento", explicó Peter Ummenhofer, fundador de GO Consulting, uno de los expertos internacionales que compartieron sus puntos de vista. El especialista vienés en ITS destacó los cambios de comportamiento y la evolución de la mentalidad de los individuos y apuntó a una desviación general de la dependencia del automóvil en favor de modelos de movilidad más flexibles, ecológicos y conectados. Ummenhofer se apresura a añadir que incluso las personas mayores están modificando su comportamiento y que este cambio no se limita a los jóvenes urbanitas. Ya sea por la creciente conciencia medioambiental, que hace que la gente deje el coche en favor del transporte público, o simplemente por la omnipresencia de los teléfonos inteligentes y los nuevos servicios de movilidad conectados, como las aplicaciones de viajes compartidos o los alquileres a la carta, la población está preparada para nuevos modelos de movilidad que, además, exige.
Este cambio también se observa en los Países Bajos, como muestra el experto holandés en movilidad Cees van Buchem, consultor experimentado en proyectos de tráfico público. “Recientemente hemos topado contra los muros de nuestro sistema en dos crisis locales, [que han provocado] un cambio de paradigma en nuestra comunidad de movilidad”, explica van Buchem. Este pequeño país se defiende de una grave crisis climática que también repercute en el comportamiento del tráfico e incluso bloquea nuevos proyectos de infraestructuras muy necesarios a nivel nacional. Además, se está generando una brecha social cada vez más profunda.