LoadRunner demuestra que, cuando se trata del futuro de la logística, lo que más importa es cómo se conjuga todo. Mientras que numerosas industrias abordan las tendencias tecnológicas más importantes por separado, los últimos años han demostrado que todas las tendencias tecnológicas, incluyendo la computación en la nube, IoT, big data, plataformas, blockchain, computación cognitiva o incluso la ciberseguridad se están produciendo de forma simultánea, y también debemos contemplarlas de forma holística. La economía del silicio no tiene límites, ni techo ni fondo, según ten Hompel. Además, cada una de estas tendencias afectará a la logística, añade.
Y lo que es más, la industria logística está especialmente bien preparada para ser una pionera tecnológica en este sentido, ya que los procesos logísticos son relativamente fáciles de algoritmizar. Es posible confiar en sensores baratos que cuestan apenas unos euros para obtener una gran cantidad de datos, y esos datos adquiridos pueden alimentar algoritmos de IA cada vez más complejos. Los superordenadores con una potencia de cálculo de 2 petaflops hacen posible la computación cuántica y, en el futuro, la IA cuántica.
“Muchas de estas tecnologías ya se están utilizando hoy día,” afirma Torben Posert. Sin embargo, se siguen usando principalmente en sistemas cerrados. “Debemos transferir estas soluciones a sistemas abiertos,” añade Posert. En un artículo técnico reciente, él y su equipo abordaron cómo conseguirlo mediante el rediseño de los envíos transfronterizos.
“Será crucial que utilicemos juntos los sistemas de código abierto y la innovación abierta, y que trabajemos con normas comunes,” apuntó el profesor Michael ten Hompel. Al fin y al cabo, la gran cantidad de datos y la falta de controles transparentes sobre ellos también plantean interrogantes sobre cómo mantener la seguridad y la soberanía de los datos, y cómo afecta la digitalización a los usuarios.