Los sistemas de control del tráfico mejoran la seguridad vial: miden excesos de velocidad y capturan infracciones de semáforo en rojo, por citar algunas características. Estos datos del tráfico se utilizan para controlar el tráfico de manera general y anonimizada. Además, es posible mejorar los elementos de la infraestructura actual e integrarlos en el sistema.
El objetivo es un sistema de gestión del tráfico sostenible con el que mejorar la calidad de vida en las ciudades.